La debilidad de la mujer

A lo largo de la historia la mujer fue vista de distinta manera que el hombre. La discriminación a ella tuvo lugar en sociedades machistas que le impidieron tener los mismos derechos por la naturaleza de su sexo. Las cualidades y capacidades de la mujer fueron menospreciadas durante mucho tiempo, y por más que aparecieron varios avances en el proceso de la igualdad, en comparación a otros tiempos, esta discriminación sigue estando en pie.

Muchas personas se cuestionan por qué las mujeres no tienen el derecho a hacer las mismas cosas que los hombres, y otras directamente deciden ver todo con un foco machista. Hasta hace un par de años las mujeres no podían trabajar y simplemente se tenían que hacer cargo de los hijos, tenían que coser, limpiar, cocinar, y otras cosas. Ellas eran vistas como simples amas de casa y no tenían derecho para estudiar. Las mujeres no eran vistas como personas “capaces” para hacer labores similares o iguales a los hombres ya que la gente no creía que ellas podían tener el potencial suficiente; esto era desde la “falta de inteligencia” hasta la “falta de fuerza”, dentro de otras cuestiones.

El estereotipo de la mujer que casi toda persona especula limita mucho a la mujer. Durante mucho tiempo la mujer nacio pensando que no debia hacer más que tareas domésticas y lo más importante, ella debía buscar compañía. Una mujer sin un hombre era considerada como una persona perdida, ya que las mujeres se veian muy débiles para vivir en libertad. La mujer es limitada a poder desarrollarse libremente y a animarse a hacer cosas ya que desde niña se le inculca esa inseguridad que la frena a llegar a hacer lo que hace el hombre. ¿Cómo una mujer iba a aspirar a ser escritora si sabia desde que nacia que eso seria romper las reglas? Por mas que las cosas hayan evolucionado y ahora una mujer pueda vivir sola por el simple echo de tener mas derechos y poder tener un trabajo o una familia sin necesariamente tener la compañia de un hombre, el sexo femenino siempre va a vivir con la idea de que debe apropiar las cualidades de los hombres y renunciar a sus virtudes.

La mujer puede verse con una imagen de fortaleza en los tiempos de ahora, ya que la mayoría lucha por la igualdad. La mayor parte de las mujeres actuales no serían capaces de dejar que la pasen por encima pensando que ella es menos que el hombre. No dejarían jamás sus sueños atrás por verse “débil” ante otro sexo, no dejarían de votar por creerse incapaz, y tampoco le gustaría depender completamente del hombre.

Desde el comienzo de la historia a la mujer se la asocia, habitualmente, con la sensibilidad y la dramatización que termina desembocando en llanto. Por más que el llanto sea por causa de la expresión y no por otra cosa, esta es vista como debilidad. La gente actualmente sigue cegada con los prejuicios de la debilidad que se impusieron en siglos pasados. El llanto no está visto como algo sano en los hombres, ya que ellos “no deben llorar”, porque son ellos quienes se hacen cargo de las cosas duras y difíciles, porque son los únicos capaces de hacerlo. La mujer no se veía capaz de cumplir las tareas que impliquen esfuerzo porque se las asociaba con la sensibilidad.

La mujer y el hombre son distintos, así como lo son todas las personas. Por más que estemos compuestos por casi todo lo mismo todos sentimos, asimilamos y reaccionamos distinto ante algunas situaciones. No hay nada que pueda probar a la mujer como algo débil ya que fue ella la que enfrentó todo tipo de prejuicio y limitación. Ninguna persona debe nacer pensando en lo que no puede hacer porque la debilidad que crean en las personas es esa que las fortalece.